Estudiadas ya dos obras literarias (Lazarillo de Tormes, anónima) y Romeo y Julieta, de W. Shakespeare, estábamos en condiciones de iniciar la preparación de la Prueba 2 y de hecho, bien documentados sobre sus características, hemos hecho alguna práctica de la misma intentando responder a ciertas preguntas en ambas obras: cómo la obra es producto de su época, si el final es satisfactorio, si el personaje sufre una transformación y a qué intención responde dicha transformación...
Aunque esta Prueba 2 ha sido eliminada coyunturalmente por las circunstancias covid, lo que hemos hecho hasta el momento no es desestimable. El estudio en profundidad de los textos literarios, aunque abordado desde otra perspectiva, sigue siendo una herramienta básica y valiosa para enfrentarse a otros componentes de evaluación. Además, la práctica de la argumentación y de las destrezas escritas es siempre un ejercicio de competencia en comunicación lingüística transversal.
No obstante, a partir de ahora, como es lógico, abandonamos la preparación de la Prueba 2.
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